“Aproximadamente un 70 % de los antibióticos que se utilizan en el mundo desarrollado se administran a los animales de granja, a menudo de forma rutinaria con el alimento normal, sólo para estimular el crecimiento o como una precución frente a posibles infecciones. Esas aplicaciones dan a las bacterias todas las posibilidades de crear una resistencia a ellos.
En 1952, la penicilina era plenamente eficaz contra todas las cepas de bacterias estafilococos, hasta el punto de que a principios de los años sesenta, la Dirección Generla de Salud Pública estadounidense, que dirigía William Stewart, se sentía tan confiada que declaró: “Ha llegado la hora de cerrar el libro de las enfermedades infecciosas. Hemos eliminado prácticamente la infección en Estados Unidos”. Pero, incluso cuando él estaba diciendo eso, alrededor de un 90% de las cepas estaban involucradas en un proceso que les permitiría hacerse inmunes a la penicilina. Pronto empezó a aparecer en los hospitales una de esas nuevas variedades, llamada estafilococo áureo,resistente a la penicilina. Sólo seguía siendo eficaz contra ella un tipo de antibiótico, la vancomicina, pero en 1997 un hospital de Tokio informó de la aparición de una variedad capaz de resistir incluso a eso. En cuestión de unos meses se había propagado a otros seis hospitales japoneses. Los microbios están empezando a ganar la batalla otra vez en rodas partes”
Breve historia de casi todo. Bill Bryson.